Regreso a la tortura 😝

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Cuando era pequeña y luego adolescente no tienen idea el trauma que siempre fue para mi ir al colegio; hay chicos que sí le encuentran la gracia y hasta placer ir a dar clases, y desde que la vida es vida e inventaron ese sitio donde los padres mandan a sus hijos a aprenden (supuestamente), los psicólogos y algunos maestros con vocación han tratado por todos los medios que sean una travesía placentera y que deje buenos recuerdos.

Lo lamentable es que existe un porcentaje alto de quienes pasamos y sentimos que fue tortuoso. 

Es más fácil para quienes desde el inicio crean lazos de amistad que en ocasiones duran el resto de la vida.

En fin, desde el dilema de aprender a punta de memoria (lo cual es una de las partes más absurdas de nuestro sistema educativo), más las 300 exigencias de algunos maestros y profesores, que se creen los más pifioso por poner mas grado de dificultad y zancadilla a sus estudiantes; hasta ver si haces clic con algunos de los grupitos que se forman (ojo! Que para pertenecer a alguno de esos grupitos debes estar en cuanto arrepinche haya, inclusive fuera del colegio), y si no te dan permiso para salir; estas frito, quedas fuera y sin amigos.

Y la cerecita del cake?? Las temidas calificaciones! Se resumen en hacer tareas toooda la tarde y parte de la noche, aprender de memoria y hacer ejercicios por un puntaje. A quién se le habrá ocurrido todo esto?? En los países de primer mundo los colegios enseñan totalmente opuesto y obtienen mejores resultados por calles.

En la época en que yo crecía solo algunos padres creían en actividades extra curriculares, eso sin tomar en cuenta que era muy costoso. En mi caso el único norte de mi mamá era: «estudia y saca buenas notas y ya», las otras actividades distraían y quitaban tiempo al estudio. Aunque en algún  punto me permitió entrar a la banda del colegio.

Cuando me gradué pasé a la siguiente etapa, que amé, empecé a trabajar y conocer el dulce sabor del dinero que me impidió terminar mi universidad en el tiempo estimado (porque me lo tomé demasiado suave – mínimo un sabático) jejeje, pero me enseñó que sin ella estaría siempre en el último escalafón del lugar donde trabajara. Así que me puse manos a la obra para sacar mi carrera, y al final por las vueltas del destino tengo dos carreras.

Ajo!! Pero ni me imaginaba como serían las cosas al traer mis hijos al mundo, cuando les tocó ir entrando  uno a uno al colegio, Flamantisimo y yo nos encontramos mil veces haciendo ensayo y error para tomar decisiones en lo que respecta a la educación de ellos, nos equivocamos un par de veces pero ni modo, así fue hasta que encontramos el camino correcto.

De repente me vi nuevamente cara a cara con mi archi enemigo «el estudio de memoria» y las «temidas calificaciones» queriendo atacar con furia a mis pequeños pollitos. Noté que habían pasado un cerro de años y era el mismo estúpido sistema que no cambiaba, ni avanzaba, ni evolucionaba ni nada; era como si la escuela se hubiese congelado esperando a nuestros hijos y pensé: por ahí hay una frase muy trillada que comparten mucho en redes «Si deseas resultados diferentes, tienes que dejar de hacer lo mismo», tooooodos los años la misma «llorantina» del ministro que este de turno, más los docentes, más los padres de familia, más los estudiantes, más la sociedad en general sobre la deserción, los fracasos y mil problemas educativos, y se inventan que si becas, que si subsidios, que si construyen nuevos planteles, ahora la famosa jornada extendida porque todo eso va a ser finalmente la «pomada sagrada» según ellos, adivinen?? Pues yo pienso que la estudiadera de, por ejemplo: tres capitulos de un libro de memoria, más trabajos kilometricos y otros obstáculos y la forma de calificar sin pensar en reales habilidades de cada chico como individuo es lo que nos está acabando, el observar que luego de 25 o 30 años el sistema sigue igualito y ver cada vez más fracasos, más papas pagando absurdamente tutorias diarias para que los chiquillos pasen y ni hablemos de la lista de rehabilitación, todo eso algo nos tiene que indicar, es más que evidente que todo lo que han cambiado e implementado no es. Ah!! Pero decir que no estudien asi y no califiquen así es palabra sucia, estoy segura que más de cuatro «eruditos» me van a querer apedrear luego de leer este artículo, pero adivinen de nuevo?? Me sabe a cake.

Mientras que todos los padres quieran que sus hijos solo estudien medicina, ingeniería, arquitectura, administración y otras carreras similares y nadie desee que sean artistas, panaderos, albañiles o electricistas y que no desarrollen en una actividad que realmente les guste, seguiremos con los mismos resultados, hoy en día existen miles de graduados de la universidad que no ejercen, solo se graduaron y le dieron el diploma a la mamá para que lo guinde en la pared y lo contemple con amor. Los realmente felices y equilibrados son los que queriendo o no están trabajando de lo que les gusta que son los menos.

Termino diciendo que volver a entrar al colegio de la mano de mis hijos ha vuelto a ser tan traumático como antes con el agravante de ver estresados a mis hijos y sufro el doble.

Ojalá algún día entendamos que el cambio debe darse en lo que parece imposible cambiar, y dar paso a lo que realmente haga felices a los jovencitos para que se conviertan en adultos felices y realizados, que estudien lo que deseen y nunca sientan que trabajan porque les gusta lo que hacen.

Espero opinen igual que yo y sueñen con un cambio real y verdadero enfocado al equilibrio.

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Besitos

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