
Hace un par de semanas está sonando fuerte una campaña en Panamá, sobre la discriminación. La cual por cierto ha existido desde que el tiempo es tiempo en todas partes del mundo.
Toda mi vida he observado con detenimiento ese fenómeno en los humanos (es uno de mis defectos: Observar, observar y observar).
Creo que a estas alturas de mi vida ya estoy preparada para decir lo que pienso:
Es cierto que lo que salta a la vista es lo que más impacta al ser humano como color de piel, falta de alguna parte del cuerpo, enfermedad notable etc., hay otras tristes circunstancias que hacen que prácticamente salgan en estampida al ver alguien diferente.
Soy ferrea defensora del «no al bullying escolar», porque estoy convencida que allí es donde empieza de la peor manera la discriminación; de nada sirve tanta propaganda a los adultos, si no se enfocan en el origen. A los adultos ya nadie los endereza; a menos que sufran un shock emocional que los haga replantear su vida.
Y eso empieza en casa, ninguna maestra en el mundo le enseña a un niño a discriminar; el pecado de ellas más bien es ignorar el problema, hacerse de la vista gorda, mirar para otro lado y NO corregir esas situaciones que traen de sus casas y que ven a diario. (Lo digo por conocimiento de causa).
Sin temor a equivocarme considero que en mi país la primera discriminación es social; acá la clase alta no se junta con nadie que no huela a Club Unión (salvo pocas excepciones), afortunadamente conozco algunos de esas excepciones.
Y saben que?, la situación es tan cruel que si uno de esos platudos, le ocurre una mala pasada de la vida y se queda sin plata y propiedades; los demás dicen «chao chao besitos besitos», y es aquí donde encuentra tierra fertil la terrible «señora Apariencia», algunos quiebran, pero siguen aparentando a toda costa, con tal de no ser apartados.
Otros que nunca tuvieron dinero pero estudiaron o llegan a tener un buen trabajo se les suben los billetes a la cabeza y de repente son más de alcurnia y abolengo que Rockefeler. (Los «wanabi»).
Bien dicen los artístas que manejar la fama, el dinero y el poder no es nada fácil. La gente pierde el norte.
Desde allí ya estamos mal, porque eso mismo enseñan a sus hijos desde que están en brazos de sus nanys, que la gente vale por lo que tiene y no por el ser humano que pueda ser.
Viendo el otro lado de la moneda también es muy válido decir que hay personas que no pertenecen a ese grupo de dinero; que son «trepadores», quieren a toda costa hablarle a los de abolengo solo para ver que provecho pueden sacar de ellos y su estatus.
Esos acostumbran, lamentablemente, estar pasándose de la raya, pedir favores, tomar partido de situaciones, en fin sufren de Desubicación Total. No saben ocupar su lugar y abusan.
De tal manera que es una lucha constante entre los Desubicados en ambos extremos (los que se creen Elegidos, a quienes los gusanos no se los van a comer y los desubicados aprovechados trepadores). Creo que en tiempos pasados ambos bandos eran más humildes.
Luego sigue la discriminación por raza, religión, preferencia sexual, si eres gordo o flaco, personas con discapacidad, enfermedades mentales, condiciones especiales, hasta si eres feo (la belleza es subjetiva pa que lo sepan), etc.
Lo muy cierto es que nadie se salva de presenciar una incómoda situación de discriminación en algún momento de su vida. Y se siente pena ajena, créame.
Afortunadamente fuí criada por alguien que me enseñó que hay sabiduría hasta en el campesino más humilde y luego me tocó lidiar en el colegio con otros seres humanos que no tocaban el piso y de esos también se aprende.
Rápidamente fuí tomando una postura, en donde valoro mucho a las personas inteligentes, racionales, libres de barreras, «ubicadas»(esas son las más importantes para mí).
Considero que una persona que acumula conocimiento y sabiduría es más rica y atractiva que las demás. Uff!! con esas he pasado horassss echando cuentito, lo disfruto y nada que me aburro.
Tengo problemas para digerir a los fantasiosos, aparentadores y mitómanos (que abundan por la vida). No hay como ser trasparentes, originales, auténticos, leales y compasivos.
Hay tanta gente completamente sola o con sensación de soledad que únicamente porque son diferentes nadie se toma la molestia de conocerlos y ver la grata compañía y lo buen amigos que pueden ser. En ese grupo entran los adultos mayores de quienes se puede aprender tannnto (ellos son sabiduría en esencia).
Creo que cada uno sabe que lugar ocupa en este mundo terrenal, el dinero no da la felicidad pero la pobreza tampoco. La enseñanza es más bien que seamos equilibrados y sabios, usemos la cabecita que Dios nos dió para ser U-bi-ca-dos. Y aprendamos algo de las demàs personas. Así sea experiencia.
Se lo dedico a mis amigos(as) ubicados(as) que son la mayoría, y a mis motivos de vivir a quienes estoy entrenando para la dura vida. 😘
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...