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En esta semana es justo y necesario destacar la festividad del domingo recien pasado y mostrarles desde mi punto de vista la diferencia entre progenitores y padres.

Pues progenitores son todos aquellos que hacen el trabajo fácil y delicioso de aportar junto con alguien que a veces quieren el 50% que se necesita para crear otro ser humano y ser su antecesor biológico; injustamente se les da más derechos y privilegios de los que merecen, pero bueno la vida es así y no siempre es justa.

Sin embargo, PADRES son aquellos hombres que lo dan completamente todo por ese hijo sea biológico o no, esos compasivos, cariñosos y espirituales que se despiertan por las noches a cuidar enfermedades, esos que sacan la comida del plato para darlo a su pequeño, ese que a pesar del cansancio permite que se le duerman encima y luego con todo el amor los lleva a su cama, ese que renuncia al carro que siempre soñó por pagar la educación, ese que «chifea» una salida con sus amiganchos por quedarse jugando pelota en el patio de la casa, ese que se sienta a hacer tareas cuando todo mundo a guindado los guantes, ese que los alcahuetea de vez en cuando a espaldas de mami, ese que prefiere comprar primero lo de los chicos antes que lo de él, ese que no falta a las actividades escolares ni deportivas y el que más grita en las gradas, no conforme con eso si su equipo pierde igual abraza a su hijo como un campeón y termina diciendo: «hijo aunque te equivoques y metas la pata, yo siempre voy a estar aquí para tí».

Dicho esto; es de importancia que se sepa que no todas las madres son abnegadas ejemplo de sacrificio por sus hijos.

Es triste y alarmante el porcentaje que ha ido en aumento de madres que literalmente abandonan a sus hijos (entiéndase le dan la custodia con derecho a todo a los padres) y a estas señoras no las vuelves a ver más nunca involucradas en el crecimiento, desarrollo, ni bienestar de sus hijos desde muy pequeños, ni se acuerdan de ellos más bien (y aquí es donde yo digo: qué rayos tienen en la cabeza? Para que parieron? Y me pongo furiosa, pero luego recapacito y digo: «pues bueno, es mejor que se los dejen a su padre que es buen hombre, antes que dejarlos desprotegidos o les vayan hacer algún daño»). Un consuelo.

Es en ese momento que Dios no abandona a muchos de ellos y les regala el mejor padre que cualquiera pudiera desear; hombres que se convierten en padres/madres que lo dan todo por ellos, y ni hablemos si son niñas aprenden hasta peinarlas y cuando van creciendo compran hasta sus primeras toallas sanitarias y les dan educación sexual para que se sepan cuidar, hacen lo mejor que pueden por esos niños con esa gran carencia.

Escribí sobre ellos hoy; porque me parece que es válido que también se reconozca que hay mujeres que no valen ni medio y que hay hombres que son la bendición de sus hijos y sus nietos.

Legado de amor, de perseverancia, de sacrificio y de ejemplo.

Afortunadamente busqué para mis hijos un padre excepcional para quien sus hijos lo son todo y ha sabido honrar al padre fuera de serie que le tocó; que se fue demasiado temprano a la presencia de Dios porque era tan estupendo que terminó la misión que le tocaba  muy rápido y bien, que se graduó con honores.

Le dedico esta semana el blog, que está un poco solemne, a todos esos padres de verdad, porque a los progenitores de ambos géneros no hay nada que felicitar, que sigan su fiesta, en algún momento la vida les pasa su factura.

Soy bendecida de conocer padres tan estupendos y verdaderos guerreros de amor por sus hijos que siento orgullo ajeno.

Un beso inmenso y sigan sembrando en sus hijos lo que en un momento del futuro desean cosechar. Esto es sencillo; «quien no siembra, no cosecha y listo».

Felicidades Totales!!