Ha habido muchas primeras veces en mi vida, pero en todas esas ocasiones otras personas habían vivido lo mismo anteriormente, así que yo como buena investigadora, encuestadora, indagadora, me dedicaba a revisar esas experiencias para aplicar lo conveniente y desechar lo que podría no venirme bien. Aún así, cada quien vive su mundo de manera particular, pero ni en mis más remotos sueños hubiese podido imaginar esto que venía.
Es la primera vez en la vida de TODOS, en el planeta, que se vive una Pandemia, con alcances insospechados y por esa falta de sospecha muchos países, en buen panameño, agarraron los “mangos bajitos“, ahora les está costando literalmente sangre sudor y lágrimas.
Lo actualmente vivido es como surreal, vainas que uno solo leía en libros de historia, que si las pestes, que si las fiebres, que si las “maldiciones”, dicho en forma dramática. Pues resulta que por andar distraídos y embriagados con los avances tecnológicos de los últimos 15 años no habíamos reparado en nuestra fragilidad.
A algunos de vez en cuando, la vida nos frenó y nos cacheteó, nos hizo recordar que somos solo un pestañeo, llevándose a gente super importante para nosotros.
Pero como el tiempo no se detiene por nada ni por nadie, nos tocó montarnos en el carrito de los deberes, obligaciones, innovaciones, rutina y todo lo otro que chorrea.
En el interín, ecologistas, especialistas en naturaleza, científicos, expertos en la vida terrestre advertían, advertían y advertían, mientras los cineastas inventaban cien mil maneras de acabar con la humanidad con cuanta ficción se les ocurrió, películas extrañamente taquilleras, porque si hay algo que le fascina al ser humano es el fatalismo, la destrucción, el caos, el amarillismo y el morbo. Creo que de tanto invocarlo, la ley de atracción se hizo presente.
Miremos entonces ese presente, el ahora, el ya; estamos recibiendo la reprimenda debido a nuestras malas acciones, y digo “nuestras” porque pertenezco a la raza humana, no porque me haya dado jamás por comer ninguna sopa exótica de murciélago (wacala), o como dicen algunos que creen en teorías de conspiración, que esto fue algo plantado para hacer profilaxis de la humanidad.
La tierra dijo: “ STOP!, basta de tu porquería y tus malas prácticas querido humano, ahora o te encierras y dejas que me recupere o acabo con toda tu especie, tú eliges.”
En este momento entonces, es cuando los libres pensadores como yo, en vez de quejarme por el encierro y la incertidumbre de si me voy a contagiar o si dentro de un mes tendré comida en la alacena, me pongo a pensar que ese STOP, no solo favorece a la tierra, sino a todos.
Estamos en modo DETOX de distractores, y aunque el más fuerte de todos los distractores lo tenemos en casa 24/7 que es la tecnología, no hay manera alguna de chifear a nuestras familias, quienes deberían ser lo primero y más importante después de Dios que es omnipresente (pero a ese también lo chifeamos de vez en cuando hasta que algo urge), tampoco hay manera de chifear a las mascotas que lo dan TODO por nosotros solo a cambio de un platito de comida y que les permitas estar a tu lado (cuando estas), y ni hablemos de nuestra casa que en muchas ocasiones no es hogar sino solo un sitio al que llegar a dormir porque la calle es como un imán para más de cuatro. Jo!! Hay quienes les gusta una takilla, la casa les pica hasta para eso.
Son estos últimos personajes los que vemos cada cinco minutos diciendo por whatsapp, e-mails y redes sociales que se están trepando por las paredes y que no aguantan tanto encierro.
Es en estos precisos momentos que se hace necesario hacerse las preguntas de rigor que te van a levantar los ánimos:
Tienes una casa cómoda?, tienes una cama cómoda?, tienes comida en tu alacena y refrigerador?, tienes ropa limpia?, tienes servicios higiénicos?, cuentas con agua potable y luz?, tienes tu adorada tecnología?
Pero la pregunta más importante es: seas positivo o negativo deseas estar en casa pasando la cuarentena?? O deseas estar en cuidados intensivos entubado con la posibilidad de morir más temprano que tarde?
Es sencillo como eso: cuestión de VIDA o MUERTE.
Cada quien escoge lo que desea.
Como “diva de mi entorno”, yo escojo la vida, porque deseo ver realizados los sueños de mis hijos; por ese motivo, estoy en la onda del AGRADECIMIENTO total con unas dosis de esperanza y fe que afortunadamente esto va a pasar y será otro capítulo más del libro de mi vida.
Soy de las que me acostumbro a todo rápido (hasta lo no tan bueno) , afortunadamente la vida se encargó de entrenarme.
Por lo pronto les regalo consejitos prácticos: aplíquele “manitas de cariño a todo”, a su familia, a su casa, a sus mascotas, a su jardín, que luego de esta dura situación quede el aprendizaje de que debemos dedicar tiempo a lo realmente importante y que nadie está por encima de nadie porque somos iguales, y eso nos permita renacer como mejores seres humanos. Esa deberá ser “la lección aprendida”….
Me quedo con las palabras Agradecimiento, FE y esperanza.
Excelente Reflexion
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Excelente reflexión
No somos nada si no tenemos salud!
Que hay que ser agradecido con lo mucho o poco que se tenga . Que La Familia es lo más importante .
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