En estos primeros días del año he vivido y escuchado varias cosas interesantes que me están permitiendo escribir sobre el “pertenecer”, una vez más, mucha tela que cortar.
Empezamos el año en familia y con una visión super diferente a años anteriores, para nosotros este ha sido más optimista, con sueños y esperanzas a tope y la capacidad analítica a flor de piel. Asistimos a la boda de buenos amigos, celebramos nuestro aniversario No.23 bien orgullosos y agradecidos, hemos recibido buenas noticias y en el plano farandulístico nos llega como baño de agua fría la renuncia de príncipe Harry y Meghan Markle a la familia real Británica.
Mis fieles seguidores saben que debo mencionar este acontecimiento porque tengo un segmento a la semana en mis stories de IG que habla sobre mi hobbie, super pasión de toda mi vida; que son las casas reales Europeas.
Luego de todo lo antes mencionado, empezó mi cabeza con la pensadera y la pensadera y dije: “que difícil es pertenecer en todos los sentidos”.
Mi primer pensamiento fue sobre el amor y el matrimonio, cuando tomamos esta seria decisión de unir nuestras vidas a alguien, para siempre, (que en la actualidad no es tan así, porque la gente no está dispuesta a honrar ese compromiso), todo tiene que ver con pertenecerse por amor y porque deseamos ser parte de un equipo ganador, aquí es donde yo les anuncio señores, a todos aquellos(as) que piensan que se casan solo con esa persona, se equivocan, sepa que “se está casando con la familia completa de su ser amado”, en muchas ocasiones eso es una gran bendición porque hay familias tan unidas que dan gusto; pero en otras muchas eso se convierte en un tormento, por un sin número de razones, quizás la primera es precisamente que la familia de su amado(a) no le permite “pertenecer” a su núcleo, se la hace difícil e imposible.
Ustedes saben que la Meghan Markle me cae mal porque desde el día uno le he sentido un aura de vivaza, de trepadora, de maquiavélica (el fin justifica sus medios), digamos que para mí, el libro de su vida no habla bien de ella. Peeeeeero, tengo que ser una mujer justa y equilibrada y mencionar que tampoco se enamoró de un hombre fácil y ni hablemos de su familia que más que familia es una estructura, una maquinaria, una institución que lo que da es miedo. Pertenecer a ese monstruo no debe ser nada fácil, dudo mucho que todos estuviesen con los brazos abiertos recibiéndola para darle un gran abrazo y todo su apoyo.
Una cosa es unir nuestras vidas a alguien que amamos y otra muy diferente es sentir que perteneces a ese núcleo. Saben como se puede saber si es aceptado o no como uno más??, cuando, de repente, aparece una circunstancia en que se deben tomar decisiones serias en torno a la familia o uno de sus integrantes y se convoca a una reunión “de familia” pero tú, my dear, no eres convocado, quedas fuera de la estampita. Siempre se lo he dicho a flamantisimo, una cosa es ser la esposa con todos los derechos y otra es ser “el parche pega’o”, cientos de familias te dicen en los buenos momentos que eres parte de ellos etc etc todas sus hiervas aromáticas pero cuando la cosa aprieta, le dicen al esposo “ven solo que esto es solamente de familia” jajajajaja entonces en qué quedamos??
En el caso de Meghan no se si notaron que ella no pudo asistir al llamado cónclave de la familia real, sobre un tema que tiene que ver directamente con ella (muchos especulan que salió huyendo, pero eso no lo sabemos); veamos más allá, tampoco se contempló la presencia de Kate, sencillamente el mensaje es “tu tampoco tienes que opinar nada aquí así que vaya cuidar sus hijos y manténgase fuera”, estoy segura que si en la familia de Kate ocurre algo interno, William sería convocado y se le permitiría opinión y decisión.
La exposición mediatica gigante de este caso aplica para el resto de los mortales también, en los colegios desde que los chicos son pequeños se viven desaires y muchos se desviven por pertener a grupos con otros chicos y en ocasiones son rechazados (no entienden que quizás estar con ellos no les conviene pero igual quieren ser uno más), los seres humanos no nacemos para vivir apartados y solos, necesitamos socializar y definitivamente sentir apoyo de otros iguales, eso se llama “pertenecer”, es por eso que muchos renegados terminan uniéndose nefastamente a bandas criminales, allí encuentran lo que otros no desean darles.
Si lo pasamos a la universidad o a oficinas es lo mismo, hay empleos que son el sueño de la vida de una persona y cuando llegan al lugar se decepcionan porque el recurso humano es un total desastre, una cuna de serpientes que no solo no te permiten pertenecer sino que te hacen la vida imposible para que te vayas, sea por sobresalir ellos o por dinero, no importa, el punto es que allí no puedes echar raíces porque te rechazan.
Se usa con mucha ligereza la palabra “amigo(a)”, pero cuando toca que te tomen en cuenta para algo importante, jamás te llamaron, ahí te das cuenta que no eres amigo nada, pasas a la categoría de conocido. Jajajaja
El mundo de los seres “civilizados”, supuestamente nosotros, en ocasiones es peor que la selva, aquí el pasivo, tranquilo, bueno o correcto es percibido como débil o pendejo; y el resto se aprovecha.
Hay casos peores que todos los anteriores, de estos nadie le gusta opinar (tema tabú), es cuando dentro de su misma familia, padres, hermanos, primos hay alguien que sencillamente no aceptan, le hacen bullying, lo desacreditan, lo descartan y menosprecian; en todas las familias hay uno, en ocasiones alguien de la familia se apiada y ese único lo trata compasivamente, pero el resto sigue en su tónica de “ay! No, ignóralo, no lo invites, no le contestes etc”, cosas feas que se ven. Y lo peor es que en ocasiones esa persona no ha hecho nada para ganarse esa antipatía. Me ha tocado ver con estos ojos que se van a comer los gusanos, que a veces cuando esa persona logra protagonísmo en algo, o súbitamente sube de status y llega a tener un billetito, ahí si llega toda la familia a hacerle porras. Y ni hablemos si esa persona fallece, salen todos a reclamar herencia.
En fin, aunque muchos digan que la plata no lo es todo, pues les comento que el 95% de las cosas tiene que ver con ella; muchos que no tienen nada y quieren pertenecer porque van en busca del money money, y otros que si tienen y lo que prácticamente le exigen a los demás para pertenecer a su circulo es precisamente el money…
Como reflexión dejo varias ideas;
- Si ustedes no están dispuestos realmente a ser fieles y pasar el resto de la vida con alguien a pesar de lo que sea, no se case.
- Sepa que también se casa con la familia y eso hay que verlo antes, no después de casarse, y en ocasiones toca hacer de tripas corazón por años para lograr ser aceptado (no es nada justo), pero es la realidad de la vida.
- Toca ser original, diferente y resiliente para caminar entre gente desgraciada (en escuelas, universidades, trabajos, familias, monarquías, etc) y aún así salir triunfante.
- Hacer un trabajo interno para encontrar la felicidad dentro de nosotros y así proyectarnos, no permitir que dependa de otros nuestra felicidad, lo cual es supremamente difícil tomando en cuenta que si esa gente vive poniéndote zancadillas para que no avances es terrible. Pero es la vida que nos toca vivir.
- Y finalmente si usted no es feliz tratando de pertenecer a cualquier grupo, salga de ahí inmediatamente, busque su esquina que en algún momento va encontrar un grupo en el que va encajar perfectamente y va ser aceptado(a) como un(a) más, gente que se convierte en familia que te regala la vida.
Tener claro que pertenecer es una decisión de AMBOS lados y que usted decide que es lo que está dispuesto a soportar, recibir, dar o retirarse.
La vida como venga, decide pertenecer o no….