Principalmente GRACIAS DIOS!!

En mi anterior artículo les conversaba sobre lo que se estaba viviendo en Panamá con los peregrinos y las previas a la Jornada Mundial de la Juventud; al final de ese artículo dije que al pasar el evento les contaría como nos había ido como país y como católica a ver si todo valdría la pena, jijiji y gracias a ese comentario una amiga muy querida me escribió para decirme que ella no tenía ninguna duda de que valdría totalmente la pena, le agradecí de corazón su comentario, callé y esperé y adivinen?? Ella tuvo toda la razón.

Sin planearlo tomé la decisión de vivir muy a mi manera la JMJ. Les confieso que gracias a la predisposición de mucha gente que se la pasó tildando el evento como “el caos universal del que todos debíamos salir huyendo”, tuvimos una invitación a la playa para irnos esos días y se puede decir que prácticamente empacamos, pero súbitamente ocurrieron algunos inconvenientes de atención e importancia en casa, y no nos quedó de otra que quedarnos, aquí es donde comienza la gran aventura….las Diosidades!

El día que llegó el papa había pensado en ir a verlo pasar porque, consideré que iba ser una oportunidad única, fugaz pero única, sin embargo, repito, no tenía nada planeado. Esa mañana fui a hacer algo de trabajo y estaba concentrada en eso, con los años he aprendido a los piñazos que cada cosa en su momento sin desesperarme ni adelantarme, así que concentrada en lo que estaba haciendo, de repente me suena el celular y era mi amiga Irina para decirme que su tía vivía muy cerca de la ruta y que fueramos juntas con los chicos, esa fue la primera señal; acepté sin tan siquiera decirle a flamantisimo, él me esperaba en el carro, al llegar le dije: “hay que apurarse que vamos a buscar spot para ver pasar al papa por la Vía España”, tengo que reconocer que creo que a flamantisimo se le metió el espíritu santo todos esos días porque él que refunfuña por todo lo que huela a multitud y pasar páramos, estuvo voluntarioso y cooperando, estoy segura que fue obra divina.🤣🤣🤣

Estuvimos 5 horas en un punto que encontramos justo al borde de calle pero donde no había nada para aguarecerse, bajo el sol inclemente de nuestro verano, pero animados, felices, allí almorzamos improvisadamente y nos bebimos como cien galones de agua, finalmente a eso de las 5:30 aproximadamente pasó el pontífice a velocidad de grand prix jejejeje pero luego entendí que su agenda es rígida y la cumplen a carta cabal, a pesar de que a veces se sale del protocolo, para nuestro deleite.

Justo en ese momento que lo ví me calló una lluvia de pensamientos y emociones que jamás pensé que viviría, me ericé, las lágrimas me corrían como cataratas y no las podía controlar, dije: “wao, como un hombre de su edad viene de un vuelo de 12 horas con todo lo que eso representa y va parado saludando, bendiciendo y reído”, cuanta energía, cuanta voluntad, cuanto espíritu.
Allí mis queridos amigos, empezó mi lloradera que duró varios días, me reconozco una mujer sencible, pero no como me encontraba, no sé que me pasaba, de repente lloraba y lloraba a manera de drenaje como no saben.
Esa noche, me dormí meditando.

Estaba consciente que el área donde vivo es cerca de las rutas de entrada y salida a la Nunciatura (edificio donde se estaba hospedando el papa), al día siguiente vi en redes a mi querida amiga Michelle en esa vía bien contenta saludando al papa. (Observen como se van dando las situaciones).
Llamé a Michelle y como la mayoría de mis amigas cercanas ya ella tenía información completa y veraz, me mandó hasta el itinerario y las rutas con horas, las cosas se iban dando sin mucho esfuerzo y se abrían las posibilidades de verlo todos los días y así fue, hubo días que inclusive lo vi dos veces, él es capaz de romper cualquier protocolo por bendecir a un ser que él sienta que lo necesite, eso genera la gran ESPERANZA en todos, de que el milagrito se puede dar en cualquier momento, por eso yo con letrero en mano le decía todos los días que necesitaba su bendición, porque es cierto.

Cada vez que pasaba, él nos saludaba y bendecía, el contacto era de apenas 6 segundos según mis cálculos, que me sabían a poco porque él irradia PAZ, créanme, se los digo, de esa paz que todos deseamos sentir.
Yo seguía berreando cada vez que lo veía y escuchaba sus discursos con atención por la tv. Una persona a la que le tengo mucho cariño me dijo: “eso te está pasando porque Panamá está lleno del espiritu santo, mucha gente orando al mismo tiempo”. Indiscutiblemente porque de verdad no me podía controlar.

Debo dejarles claro que si bien es cierto el papa es cercano, cariñoso, humilde, espontáneo, no es un hombre para nada blando, por llamarlo de alguna manera. Cada uno de los discursos:
1) Al presidente y miembros de su gobierno.
2) A los obispos.
3) A los peregrinos
4) A los jovenes de todas partes
5) A los voluntarios
6) A los panameños en general y todos nuestros invitados
Fueron actuales, directos, a conciencia y por supuesto con mensajes claros y contundentes de amor empezando por uno mismo, prestar atención a la familia, a ser puente entre todos a pesar de las diferencias religiosas, no cansarse de ayudar a los menos favorecidos, no permitir que la indiferencia se apodere de nosotros y poner a Jesús y la humildad como centro de nuestras vidas.
Es un hombre sumamente informado a detalle y supo perfectamente como reprender con amabilidad a quienes no actúan bien, felicitar a quienes están haciendo su trabajo; y ser compasivo con los arrepentidos.

Al final solo puedo decir: VALIÓ TOTALMENTE LA PENA. Personalmente me movió el piso y logré purificar mi alma y espíritu, veo la vida diferente y eso hará que todo a mi alrededor siga brillando incluyendo a mi familia y pocas amistades.

Gracias papa Pancho, gracias peregrinos, gracias voluntarios, gracias destino pero principalmente GRACIAS DIOS!!

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