Una de las cosas que debemos tener bien claro desde el preciso momento en que nos convertimos en adultos jovenes, es que la vida está en constante movimiento y cambios (algunos irreversibles). Quien se resista al cambio perece.
Los más significativos son cuando unes tu vida a otra persona, que no es nada fácil, y ni hablar cuando se tienen hijos y múltiples responsabilidades que conlleva tener una familia.
Hay gente, como yo jejeje, que ni siquiera recuerda como era la vida antes de toda esta montaña rusa.
Y en el camino vives cosas por temporadas, luego la vida cambia, conoces gente nueva (algunos se convierten en amigos y otros solo son de pasada), cambias de trabajo, vivienda, carros, cambias de look 100 veces; inventas nuevos hobbies y así, de verdad que es impresionante. Lo gracioso de todo es que no lo notas, a menos que hagas una pausa y un buen día te pongas a ver fotos antiguas, o te pongas a hacer remembranzas y empiezan a salir los cuentos de momentos que inclusive borraste sin querer de tu memoria, no lo notas para nada. Todo siempre es muy rápido, en un pestañeo se nos van los años.
Te sientas y dices “wao, como pude ser tan tonta para haber dicho esto o hecho aquello, si eso me hubiese pasado ahora otro gallo hubiese cantado”, pero que va! Parece que la vida si está escrita tal cual ocurren los hechos y hay que aprender a vivir con todas las altas y bajas. Muchos dicen que todo lo vivido (bueno y malo), tenía que pasar sí o sí.
Todo es como una locura, como un frenesí, como una corredera, o al menos yo lo vivo así, nada es lento y con pausa. Hace unos pocos días comentaba con mi madre que yo recuerdo cuando era pequeña y adolescente que un año lo sentía llllaaaarrrgggooo, sentía que de un diciembre a otro pasaba una eternidad, igual de un cumpleaños a otro; y hoy en día es como carrera de grand prix.
Claro, en estos momentos la tecnología (que es como un tercer brazo) nos tiene manejando información al acto; y nadie desea quedarse atrás…
Antes para enterarte de algo debías llegar a un lugar, que alguien te llamara por teléfono fijo o te mandaran un recado con otra persona, los medios rápidos eran radio, periódico y televisión, había muchísima menos gente, por ende muchísimos menos carros y tráfico, conocí alguien que me comentaba que ella tenía dos horas de almuerzo en la época en que las empresas cerraban al medio día para que todos sus empleados fuesen a almorzar, ella se daba el lujo de ir hasta su casa almorzaba y luego tomaba siesta al estilo “Español” y regresaba perfectamente antes que que abrierar. Mas biennnn!! Ah! Y solo se trabajaba de lunes a viernes, los fines de semana se permitía que la mayoría de la gente tuviese vida.
No existían los mall, solo tiendas independientes, las tarjetas de crédito no se le daban a todo mundo (era difícil tener una), las ventas a crédito de personas independientes eran un hit y si deseabas comprar algo fuera del país tu única opción era esperar alguien que viajara y le dabas el dinero con tu papelitos del mandado. Jijiji
Una época en que para hacer transacciones bancarias era mejor que llegaras antes de la 1:00 pm y debías ir en persona al banco, si tocaba día feriado te fregabas.
No existían ni los domicilios; las cartas se enviaban y recibían a través de la estafeta de correos y se tardaba entre 15 días y un mes en llegar a su destino (cuando algunas noticias llegaban ya habían pasado 25 cosas más).
Las películas solo se veían en los cines, y las veíamos 6 meses después que era el estreno en Hollywood, cuando querías ir al cine debías buscar la cartelera en el periódico y debías llegar temprano al cine a comprar tus boletos porque los asientos no estaban asignados cada quien se sentaba donde le daba la gana en el momento.
Si quedabas con alguien para una cita, debías confiar en la buena fe y puntualidad de la otra persona porque no había manera de comunicarte si algo pasaba; una amiga muy querida me contaba la anécdota de que cuando estaba en el coqueteo con su galán, quedaron de verse en un restaurante a almorzar, mi amiga hizo malabares para ir a su cita y ya cuando iba en camino se chocó, no tuvo de otra que esperar el tránsito y todo el enredo y el galán se quedó pensando que lo habían plantado, días después fue que pudo contarle lo ocurrido.
Los bebes eran sorpresa, sí existían los ultrasonidos pero la precisión era ”fufuruca”; hubo cientos de personas que el doctor medio que le parecía ver una cosa y salía otra totalmente jejejeje y no hablemos de fiesta para debelar sexo ni nada de eso; la mayoría de eventos como baby shower, despedida de soltera y cumpleaños se hacían en casa, y eran sin mucha fanfárrea. Ni hablar del hospital, eso de sábanas finas, batas, decoraciones, catering, boquitas tipo buffet y licor era impensable en un hospital y tampoco existían las suits, solo habían cuartos privados que eran los más finolis. Jajajaja
Quienes tenían casa en la playa o el interior debían llevar toooodo su super y hasta el agua para los días que pasarían fuera de la ciudad; si algo se te olvidaba, y no podías conseguirlo en las tiendonas que existían en esos lugares te fregabas. Eso de supermercados y demás almacenes y restaurantes diversos en áreas de playa era impensable.
En navidad la mayoría de los arbolitos eran naturales y los decoraban padres e hijos con bolitas y cuanto guirindajo, de una manera original y espontánea. Hoy en día se paga para que otra persona decore el árbol “familiar” artificial y quede como los de las vitrinas comerciales y termine decorando la casa. La ilusión de muchos murió. Todo se hace buscando la aprobación y el gusto de terceros y la mayoría de la gente vive en franca competencia involuntaria.
Hoy en día le hablas a los chicos o adultos jovenes de cassette, disco, disquette, teléfonos públicos, teléfonos de disco y no saben ni con qué se come eso. Que triste que todo se pierde en la nebuloza del tiempo.
Cómo cambia la vida, todo eso parece que pasó hace un siglo, pero no mis queridos, eso fue hace tan solo 30 años. Los millenials no conciben su vida sin la adictiva tecnología que a todos nos está volviendo locos, porque adivinen? Si alguien decide vivir su vida sin ella se queda atrás y quien se queda atrás lo olvidan y no lo toman en cuenta para nada. Cada vez se cierran más los accesos a las cosas manuales; hace nada podías pedir comida a domicilio por teléfono fijo, ya casi no hay restaurantes que lo hagan, todo es correo electrónico, hasta los resultados de exámenes te los envían digitalmente; hablando de teléfono alámbrico, cada vez hay menos gente contratando ese servicio; el celular es el mayor, más fuerte y poderosa arma de trabajo y entretenimiento de todo mundo (comunicarnos sea con voz o escrito, correos, compras, música, manejo de aparatos de todo tipo, fotos, tv digital, películas, scanners etc etc), es el rey indiscutible de la industria por lo que miles de personas estarían dispuestos a vender la mitad de lo que tienen en sus casas con tal de tener el mejor. Si se pierde o roban es una tragedia para el dueño y todo su entorno. Somos prisioneros y secuestrados de esos aparatitos; que me dirían si les digo que todos mis blog los escribo desde mi celular hasta con corrección ortográfica y todo, porque mis dedos son tan pequeños que me puedo dar ese lujo?!😊😊
No me quejo de todas las bendiciones que recibo a diario, pero sí les puedo decir que estoy CAN-SA-DA…vivo en una constante corredera para estar a tono con las circunstancias de mi trabajo, de mi casa, mis hijos y sus obligaciones y actividades, las de flamantisimo y de lo que surja de repente. No recuerdo cuando fue la última vez que dije: “ay no tengo nada que hacer, me voy a acostar a tomar una siesta” jajajaja de verdad no recuerdo. Creo que esta es una magnifica oportunidad para decir “Quiero vivir más lento” y tú?