Definitivamente, cuando algo dentro de ti te dice que vayas o no a un lugar debes atender ese llamado porque algo sucederá.
Estaba con un resfriado casi de dos semanas que no es normal a pesar de que fui juiciosa con el tratamiento; pero ya había pactado un día y hora para reunirme con mi invitada de este mes; de modo que me puse en marcha.
Tengo que reconocer que iba con una idea preconcebida de mi invitada; y aquí debo hacer una pausa para decir que sufrimos todos de eso, a veces pensamos que porque vemos a alguien en medios creemos que sabemos como es esa persona.
Resulta ser que Marisela Moreno, quien ahora es fiel y abnegada esposa y madre de dos, tuvo una vida super agitada en su primera etapa de adulto joven; destacándose como modelo y hasta miss jejejeje pero principalmente empresaria visionaria.
Lo más sorprendente para mí fue la afinidad y la cantidad de cosas que teníamos en común, era como hablar un mismo idioma en el que a veces no faltaban ni palabras, con gestos ya sabíamos que iba decir la otra o terminabamos frases que una empezaba. Wao! Confieso que hay muchas conocidas de mi misma edad, pero pocas con tantas situaciones iguales.
Nace en Panamá con padre Colonense y madre Chorrerana, familia de clase media trabajadora, con una hermana que ama.
Para finales de la década de los ochenta con los problemas de dictadura en Panamá, los padres tuvieron la oportunidad de mandarlas a estudiar a Estados Unidos y allá terminaron sus estudios secundarios; cosa que Marisela agradece al cielo porque eso la volvió totalmente bilingüe, por supuesto (digo yo) eso abre exponencialmente el mundo de cualquier persona.
Luego ese cuerpito latino regresó a suelo patrio y decide meterse en la universidad, parlelamente se mete en una academia de modelaje y refinamiento; empezó a ejercer como modelo para las marcas y almacenes más refinados de la ciudad en aquella época y montó una preproductora, hacía casting para colocar modelos en propagandas de tv.
Por lo que le escuché, era muy inquieta y estaba metida en cuanta cosa mientras estudiaba, en esos momentos también sus padres se divorcian y a partir de ahí las tres muy unidas (mamá y dos hijas) emprenden un nuevo capitulo. Su mami hasta el día de hoy un pilar importante en su vida.
Manifestó que siempre ha sido amante de las expresiones artísticas y el destino conspiró e hizo que tuviera acceso a eventos organizados en Atlapa, es así como conoce el certamen señorita Panamá, allí al leer el programa de mano descubre que recibían muchos premios entre ellos un carro, jajajaja y empieza a contemplar la idea de meterse en el concurso y ojo! Tuvo una manera muy singular de aplicar “sin palanca” para que sepan, ella mandó su inscripción como cualquier otra pero con un toque de audacia adjuntó fotos claves de su trabajo como modelo. Cuenta que antes de eso le habían ofrecido entrar y ella petulantemente contestaba: “no, yo soy modelo no miss” jajajajaja, como siempre digo: existe una edad en que la inmadurez se apodera de nosotros.
Para hacer el cuento corto ella ingresó, se gozó el concurso, disfrutó su espacio y su momento, era una belleza diferente, gana, recibe su anhelado carro y un montón de otros premios y le toca ir a participar a Sudáfrica en donde conoce al sin igual señor Nelson Mandela y me cuenta la anécdota del siglo: cuando se fue a retratar con este personaje, ella mientras le decía unas palabras de admiración de repente, sin darse, terminó sobándole la pancita a Mandela jajaja reconoce que no estaba consciente de lo que hacía hasta que al día siguiente vió los periódicos; todos los reporteros captaron el momento con curiosidad, en fin quedó para la historia.
Momentos memorables no faltaron en programas de televisión en que participó por varios años y ni hablar de la invitación singular e inesperada a Viña del Mar, en donde sacó todas sus herramientas como modelo y presentadora para dejar a nuestro país en alto.
Pasan los años y sosteniendo una conversación con el canal por otros temas de repente surge la idea de firmar un contrato por cinco años para encargarse del concurso señorita Panamá que luego ella registra como Miss Panamá; en ese lapso de tiempo ocurre de todo: se enfrenta a ese trabajo tenaz y en ocasiones poco agradecido, luego fallece su padre (ella y su hermana deben reordenar nuevamente sus vidas), de repente sintió que era el momento de formalizar su relación con el enamorado que tenía en ese momento de nacionalidad italiana, viaja a Italia a casarse, pero le ocurre algo al mejor estilo de telenovela mexicana ochentera, justo cuando entra a la iglesia se da cuenta que ella no era feliz y lloraba como descosida no estaba contenta con él, pero testarudamente sin escuchar su interior, continúa con el plan y se casa; luego de un mes regresa a Panamá, pero las cosas iban en picada (ese matrimonio solo duró 9 meses), se divorcia y empieza el difícil camino para disolver la unión eclesiastica; y como Dios la ama, le dio una segunda oportunidad no solo disolviendo el anterior enlace sino mandándole a su verdadero amor (un constructor de sonrisas perfectas) jajaja porque es odontólogo y con ese sí formó una hermosa familia.
En esos momentos todo era como una montaña rusa a toda velocidad, estaba en la última etapa del contrato que ya empezaba a pesar sobre su espalda y la del equipo que la respaldaba; problemas nunca faltaron, la búsqueda de patrocinio era extenuante y el hecho de querer brindar a las concursantes la mejor preparación y además estupendos premios a la altura de concursos internacionales importantes era un reto.
Finalmente llega el día en que se termina el contrato y ella satisfecha del deber cumplido entrega con alivio el mando al siguiente grupo de trabajo escogido para tal misión. Quedaron grandes enseñanzas y hasta deudas por querer hacer las cosas bien.
Fue una bocanada de aire fresco que necesitaba con urgencia y le ayudó finalmente a dedicarse tiempo a ella como mujer, como esposa y como madre; estaba ahora en otra sintonía y bajando revoluciones.
Hay gente con inteligencia emocional innata y creo que Marisela es una de ellas, escoge batallas, no se mortifica si no lo amerita y principalmente se pregunta: “quién es la madura? Esa equis persona o yo? Jajajaja usualmente es ella. Aterrizada, firme en sus decisiones, lectora, inteligente, compasiva, buena amiga pero sin un pelo de tonta, experta en el arte de definir que es un capricho y que es una necesidad, segura de ella y de lo que tiene. Creo que está exactamente donde quiere estar y con quien quiere estar.
Ha vuelto al ruedo dictando talleres y haciendo lo que más ama: formar mujeres para que sean más seguras de ellas mismas, se respeten, se amen y valoren; tarea que no cualquiera sabe desempeñar porque los egos de algunas que se quieren dedicar a lo mismo, no se aguantan. (Y esto lo digo yo)
En hora buena Marisela; fascinante trayectoria que no todo mundo puede escribir en el libro de su vida. Me siento realizada he ganado una amiga más; la bola pica y se extiende; aquí hay tela para miles de cafés y risas sin parar. Con tanta reina de belleza entrevistada creo que ahora soy del club de las misses sin ser miss. Jjajajajajajajaja (muero de risa)