Se Cumple y se Celebra…

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Cada vez que la gente cumple años, lo usual es la alegría, las felicitaciones y la consiguiente celebración o celebraciones porque hay quienes tiene varios grupos de amistades y es la mejor excusa para el arranque.

Pero habemos unos cuantos para los que el cumpleaños no es muy bien recibido; ojo! Y no tiene nada que ver con verse mas vieja ni nada con la edad.

En mi caso específico entre los 30 y 40 años algo ocurrió que no puedo definir, llegó el momento en que me deprimía terriblemente cuando se acercaba la fecha, y me preocupé, cada vez que venía era un trauma; empecé mi trabajo investigativo interno (dentro de mí), pronto descubrí que me sentía decepcionada de mi misma por haberme trazado un número X de metas u objetivos y que pasaba «un cumpleaños más» y no los alcanzaba todos, o que habían algunas metas que se repetían todos los años; y por más que hacía el esfuerzo de conseguirlas nada pasaba.

Hubo sin número de amigas que trataron por todos los medios ayudarme, apoyarme, contentarme, uff! Hicieron de todo. Otra cosa que sentía era algo de soledad, pero pensaba: «cómo me puedo sentir así si estoy rodeada de mi familia y personas cercanas que me quieren?»

En fin no fue hasta este año que me ha llegado algo de iluminación a toda esta revolución de sentimientos.

Todas las mujeres desde que somos adolescentes soñamos con cosas que alcanzar en los 20’s en los 30’s en los 40’s y más; a veces son cosas hasta triviales y vanidosas, que cualquiera diría que son tonterías. (Gente que quiso ser modelo, o miss, o reina del carnaval o actriz) jejejeje, pero pocas mujeres logran en esas etapas esa clase de objetivos porque son situaciones singulares difíciles de conquistar.

Luego de meditar concluí que la gran mayoría de las mujeres tienen en ocasiones un estupendo trabajo que provee de vida cómoda pero no es el trabajo que les llena. O viven en un lugar bonito en la ciudad pero resulta que su felicidad está en la playa o casa de campo. O están en relaciones que no las hacen felices.

En mi caso fue sentir melancolía por los que ya no están y por los que pasaron sin pena ni gloria, y también frustración por no haber alcanzado algunas metas en un tiempo atrás pero que a estas alturas es tarde para mi rebusca. Enseguida pensé: qué payasada!! Ya lo que pasó pasó y lo que no, pues no fue y ya. Ahora lo que aplica es trabajar para alcanzar eso que me hará feliz en adelante, en este momento, en este instante. No quiero perderme la oportunidad que recibo todos los días de sorprenderme a mi misma y demostrarme cuan lejos sé que puedo llegar.

Con Cuarentidiva una cantidad de puertas se me han abierto que hace dos años hubiese sido impensable, también otras se han cerrado en mis narices, pero he recibido lecciones de vida que me han dado la oportunidad de abrir más los ojos y alimentar mi malicia para no verme afectada por gente mal intencionada y así la vida sigue entre tumbo y tumbo.

Ayer que cumplí, mientras recibía  felicitación telefónica, mensajes de whatsapp y mensajes por redes sociales (inclusive hasta de gente que no conozco), bendiciones, buenas vibras, palabras hermosas, los más cercanos diciéndome lo que significo para ellos, puedo decir que algo debo estar haciendo bien para que muchos coincidieran en un TE QUIERO ORIS.

Una de mis comadres que ha estudiado ciencias milenarias que por cierto están muy de moda; indican que uno debe CELEBRAR LA VIDA porque eso trae más abundancia de vida y salud, y creo que a final eso es lo que todos deseamos.

Declaro el día de hoy que seguiré luchando contra esa extraña melancolía que me ataca y celebraré porque sí, porque es mi destino, porque es mi nueva meta, como siempre digo que a este mundo no venimos a ser más nada que felices. Esa es la verdadera misión.

 

 

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