Hoy deseo hablarles de lo raro que es ser buenos y hacer buenas acciones de gratis. Crecí en una casa donde mi abuelo materno era más bueno que el pan y confiado como pocas personas, a pesar de ser un hombre alto y fornido, era un ser humano que creía en los demás, no mantenía su malicia activada, por una sola razón: «él juzgaba por su condición» y como era una persona leal y correcta lo mismo esperaba de cualquiera, y les estoy hablando que murió en los ochentas, se supone que en aquella época la vida era más sana pero que va! en todos los tiempos han existido sinvergüenzas, juega vivos y gente mal intencionada, pero eso no lo cambió.
Ese mismo don lo heredó mi madre, una mujer muy dominante y fuerte pero que una de sus mayores virtudes es ayudar sin mirar a quién, es más muchas veces la hemos criticado mi hermana y yo porque se pasa de dadivosa con gente que no lo merece y le paga mal; se ha llevado algunos desencantos y desilusiones pero ella sigue creyendo en la humanidad, no hay persona que mi madre conozca que no pueda decir que ella no le ha regalado un plato de comida en su casa, por esa casa ha llegado a comer y pasar buenos ratos «Raimundo y todo el mundo» (como buena descendiente de español), la comida es importante y si es en abundancia mejor je je. En ese ambiente crecimos nosotras, viendo como se compartía el momento de comer, se regalaban zapatos y ropa, se ayudaba a alguien que necesitaba para alguna medicina, una vez hasta regaló nuestras camas a una joven madre que estaba durmiendo en el suelo con su hijo, nosotras recibimos otras camas después, mi madre sigue mortificándose si alguien le habla que la está pasando mal por cualquier causa, siente una extraña compasión por los ancianos y a todos los de la cuarta edad los consiente como nadie, los busca, los visita y atiende con compasión, quizás por eso Dios le ha regalado larga vida a su madre que hoy día vive y tiene 96 años, y está como de agencia jajajajaja todo le funciona perfecto, mejor que yo está mi abuela.
Es gracioso porque otra maña de mi madre es ser detallista con todo el que pueda, si alguien cumple años, allá va la señora y le sorprende con un cake o le lleva comida para que comparta con su familia o compañeros de trabajo, si es alguien a con quien se siente agradecida procura hacerle sentir muy especial.
Toooodo este preámbulo lo hago porque nosotras heredamos ese mismo carisma de mi madre, por supuesto adaptado a nuestras personalidades que son muy diferentes pero con un común denominador, ni mi hermana ni yo somos nada egoístas, es algo en lo cual ni pensamos simplemente no lo somos, punto y eso nos lo hicieron ver otras personas.
Mientras he ido conociendo gente; empezando por el mismo «flamantisimo» hace 26 años, me hacen comentarios que para mi son extraños, por ejemplo; él me preguntaba hace tiempo: por qué te desvives por llamar a la gente en su cumpleaños? si se te olvida se te olvidó y ya; por qué tienes que hacerle tal favor a esta u otra persona??, si puedes ayudarlos bien pero tampoco hacerlo todo tu, o por qué eres considerada ante tal o cual situación?; y yo lo único que siempre he sabido contestarle es que me gusta ser como me gustaría que fuesen conmigo, detesto ser imprudente o pasada de la raya o atrevida y ojo! en ocasiones lo he hecho y luego digo «chispas! metí la pata no debí decir o hacer tal cosa» al fin y al cabo soy humana, pero son las menos ocasiones por lo general evito que se me señale como atrevida o metiche.
Hace poco una amiga querida me decía: «pero Oris por qué para todo pides permiso o autorización?» y yo le contesté porque odio ser imprudente y no sé en que momento te encuentras para abordarte sin permiso, a lo que ella contestó: Bueno, tienes razón no lo había pensado, gracias.
Hace algunos años una de las tantas personas que me ha defraudado y quien creía en esa época era mi amiga de muchos años, estimó que como teníamos mucha confianza y se había mudado cerca de mi casa, podía por ejemplo: dejarme a sus hijos en la puerta de mi casa e irse sin decirme nada, cuando menos acordábamos el niño como de 9 años estaba tocando el timbre y al abrir yo decía «hola como estás y tu mamá?, y él respondía: ella me dejó y se fue tía», nosotros disque WHAT??, o sino sonaba el teléfono a las 9:30pm, día de semana y era ella muy campante para decirme que el niño quería venir a mi casa a jugar juegos de video con los míos, a lo que yo solo contestaba: «sorry mis hijos están dormidos y mañana hay colegio», a las finales la disque amistad terminó por otros motivos pero esas acciones abusivas (que fueron muchas más) definitivamente mermaron mucho porque su desconsideración estaba sin control. Y bastante le soporté en pro del cariño que le tenía que ella no supo apreciar.
En fin, a la larga otra gente alrededor siempre ve los toros desde la barrera y luego te dicen «no sé como soportaste tanto», o por qué razón decides ayudar a tal o cual?? la respuesta es que yo no sé. Me gusta ser leal y honesta cuando le tomo cariño a la gente, me gusta que se sientan a gusto en mi compañía y darles el valor que para mi tienen demostrándolo. Por supuesto hay ocasiones en que la vida me traga con tantas obligaciones y compromisos, porque un hogar con esposo, 3 hijos y dos perros no es nada sencillo, apenas alcanzan las 12 horas de actividad del día.
Muchas veces he puesto las prioridades de otras personas por delante de las mías o cedo el paso a oportunidades porque sé que para esa persona que estimo esa oportunidad es realmente importante, y permito quedarme para después y con esa bobería me he perdido de mucho, en todo caso esa persona debería ser recíproca y adivinen?? la mayoría no lo es. De esas situaciones he aprendido mucho, tarde aprendí que quienes merecen tanto de mí; son los que viven conmigo, entre más gente conozco por la calle más aprecio mi casa, mi templo, mi remanso de paz en dónde no todo mundo tiene acceso. Hay veces en que flamantísimo y yo decimos que tenemos a nuestros hijos muy caseros y estamos constantemente pendientes de nuestra vida familiar y observamos que otros chiquillos andan medio al garete, en la medida que más vivo, más comprendo que lo mejor es nuestro estilo, la calle no es buena consejera para nadie y cada día la calidad de la gente baja de grado.
Es muy difícil encontrar quien te haga un favor de gratis y desinteresadamente, es muy difícil encontrar quien esté al pendiente de ti solo para saber como estás, es muy difícil encontrar alguien que si caes en un hospital te vaya a visitar, es muy difícil encontrar alguien que te escuche y te de el regalo de ser confidencial; si no fuese así las agendas de los psicólogos, terapistas emocionales y psiquiatras no estarían a punto de reventar. Porque cada vez el mundo se deshumaniza más y el que se atreva a criticarlo es el raro y el ridículo que no se moderniza; hace algunos días conversando con alguien yo decía ahorita la gente hasta los pésames los quieren dar por whatsapp o redes y lo peor es que sienten que al hacerlo cumplieron, pero peor aun es quien lo recibe se siente tranquilo, no pasa nada, eso es aceptable, estamos viviendo en un mundo donde poco a poco TODO es aceptable, hasta lo que una vez creíamos que era impensable. Ahora en pos de ser los de más mente abierta se acepta todo como NORMAL y hay cientos de situaciones que no lo son. Ya muchos tiene hasta sexo cibernético, pues que pereza!!, no quiero ni pensar hacia donde nos dirigimos.
Ha llegado el punto en que cuesta ser empatico a menos que hayas vivido la misma experiencia que otra persona, lo importante para cada quién es lo de él, si al de al lado le pasa algo, se hacen los egipcios y eso no es con él y así sigue pasando la vida en donde los que actuamos con buenas intenciones somos los raros y los anormales. Peor aun, se aprovechan y abusan de una persona que perciben como buena, porque para ellos no es buena sino «pendeja».
Estoy convencida que el reinado del «juega vivo» y del «me aprovecho de tí», no terminará jamás, yo he decidido vivir del lado de las personas que no hacen lo que no les gusta que le hagan», porque aunque algunos nos perciban como débiles, somos fuertes ante mis propios ojos y los ojos de Dios (y de la justicia de él nadie se escapa), además eso me da paz (bueno me da paz a la larga después de agarrar disgustos y revolcarme de la rabia, tengo derecho a desahogarme) jejejeje luego me calmo y vuelvo a mi paz y a mi certeza de que soy yo la que está bien en un mundo que está de cabeza, la sensatez es mi norte y así me voy a mantener, claro todo esto me deja enseñanzas que uso para alimentar mi malicia y evitar meterme en terrenos escabrosos.
No puedo ser de otra manera, lo que ven es lo que soy, otra cosa que me ayuda a defenderme en esta selva loca es que cuando algo no me gusta lo saco del sistema y lo digo. Otra razón para que los que me aman me amen más y los que no, pues no, pero la vida sigue y yo aquí bien happy….no soy tonta, no soy rara, SOY BUENA….