Con todo este caminar que llevo, he escuchado el pensamiento que tienen muchos(as) sobre las mujeres de más de cuarenta, cincuenta y más años. Pensamiento inclusive de ellas mismas quienes ya están en esa escala de edades.
Creo que hay paradigmas que debemos romper de una vez por todas, existen frases como: «Los cuarenta son los nuevos treinta», pero se quedan ahí porque en la práctica y en el momento en que a alguien le toca opinar (que generalmente es para destruir), se expresan disque: «ella ya está vieja», «es una vieja verde», «vieja que se cree chiquilla» etc., y parece mentira pero así mismo se van cerrando las puertas de las oportunidades, en el mundo de farándula, espectáculo e inclusive en algunos ámbitos de cultura. Pensar que una mujer se abra paso en alguno de esos mundos es difícil porque tienes que luchar contra bastante colágeno y tratamientos estéticos; es una realidad, por ejemplo, que no podemos desechar que a los 20 o 30 las mujeres se tiñen el cabello por placer, mientras que después de los 40 nos lo teñimos por necesidad y así muchas cosas más, pero ojo! que solo es lo físico porque intelectualmente y en sabiduría no nos gana nadie, solo una igual que le haya tocado ganar experiencia a la par.
Como buena descendiente de españoles, veo mucha tv española y leo revistas de la madre patria, allá el cuento es otro, definitivamente que en el «viejo continente» las mujeres maduras y con experiencia son apreciadas en su justa dimensión, nadie se restringe de hacer lo que desea y la vida es poca para alcanzar sus metas y éxitos, ellos si le dan sentido a esa frase que reza: «la edad es un estado mental» y sino preguntemos a los allegados de la difunta Duquesa de Alba que hasta su último suspiro vivió su vida al máximo y tuvo cuantos maridos pudo reponer una vez que enviudaba, jajajajaja y no me lo tomen a mal, pero para mi es de admirar.
En España y otros países de Europa es común ver tanto hombres como mujeres rehaciendo sus vidas en negocios, vida social, vida empresarial y otros. Empezar de cero varias veces es algo que se permiten sin pensar en derrota porque así fue su crianza. Creo que acá nos toca aprender un poco de esa crianza para que nuestros hijos florezcan sin barreras.
La palabra «vieja» tiene una connotación negativa y en ocasiones hasta despectivo, algo viejo para mi es como algo que hay que desechar; pero quiero que sepan que mujer madura, una mujer formal, mujer en todo el sentido de la palabra, son frases que he escuchado de boca de hombres que son todos unos caballeros, y aunque no me crean hay hombres jóvenes sin ningún interés económico a quienes las mujeres maduras les parecen sumamente atractivas e interesantes, pero es porque el pensamiento de nosotras ya es otra cosa, hay más aplomo, seguridad tranquilidad y menos histeria y acoso. jejejeje que pena reconocerlo pero cuando somos jóvenes no vemos muchas cosas con claridad, eso solo se gana con el tiempo, aunque he de confesarles que conozco un par de jovencitas que tienen una madurez envidiable, algunas de ellas puedo decir con orgullo que son mis amigas.
Hombres como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, son los menos, porque su coeficiente de inteligencia, mismo que le ha permitido ver más allá y enamorarse de una mujer mucho mayor es el que ha permitido que el mundo vea de primera mano que hacerlo no es ningún pecado mortal y que no todo lo que dicen los parámetros de la sociedad es lo que como borregos debemos seguir. Por supuesto que hay situaciones que uno piensa como por ejemplo; que será de Macron cuando su esposa sea una ancianita para cuidar y atender en cama o silla de ruedas y él sea un hombre mayor pero todavía con fuerzas para hacer muchas actividades a las que ella no podría acompañarle??, pues me imagino que ellos sienten que el amor lo puede todo y que él con todo el amor del mundo se ocupará de su ancianita y le agradecerá todos los años que sí le pudo seguir el paso. Eso sería divino de ver, un gran ejemplo para el mundo, siendo ellos personas tan conocidas.
Pero eso es solo en el ámbito amoroso, digamos que en las carreras la gente sigue ejerciendo hasta que toma la decisión de retirarse para descansar como es el caso de los médicos que tienen una vida tan sacrificada, y otras carreras similares. Casos como las periodistas, que terminan haciendo todo tras bastidores para las producciones porque en cámara apenas se van notando las patas de gallina le dan su muy poco merecido «delete», una carrera que me da mucha risa que si se ejerce hasta que te guinden los pellejos es la de político(a), jajajajaja no voy a profundizar en ese temita porque quedaría diciendo cosas que no debo.
En fin, me ha tocado ver una modelo que le dió la gana de «salirse del plato» como Carmen Dell ‘Orefice que tiene 84 años y se pasea por las mejores pasarelas del mundo como una gata demostrando que está madura pero hermosa; bailarina de ballet como Noemí Lapzeson quien a sus 63 años todavía es contratada para dar presentaciones; la famosa diseñadora de bolsos, zapatos y gafas Iris Apfel con sus 95 años bien vividos, icono de la moda en New York a quienes otros diseñadores y gente exigente de la moda a nivel mundial le hacen la venia, porque no es cualquiera y ni hablemos de artistas como los Rolling Stones (esos creo que morirán en el escenario). Y así muchas otras carreras que quizás no son tan glamorosas pero tienen eminencias con las que todo mundo desea sentarse a conversar para absorber de primera mano su conocimiento y el poder que les da la sabiduría que solo el tiempo les otorga.
Interesante también es lo respetados y venerados que son los adultos mayores y ancianos en la parte oriental del globo, lo cual indica que a nuestras edades esas personas todavía son productivas activas y lo que están es acumulando todo eso que les dará la base para ser admirados más adelante.
Termino diciendo que madura es muy diferente a vieja, jajajajajaja «viejo el viento y sopla», nosotras a pesar de que ya algunas cositas no están en el mismo lugar y que las rutinas de belleza deben ser un poquito más intensas, estamos como el arroz con pollo recalentado de la fiesta del día anterior, o como las presas de gallina cuando se come con las manos, o como el pan de la Arena en la mañana con un cafecito calentito y delicioso, creo que ya con esos ejemplos todos hemos quedado bastante claros. Somos ese condimento que no se puede quedar por fuera porque sino la vida no tendría el mismo sabor. Picantes para algunos y agridulces para otros pero necesarias siempre para salir de la monotonía.
Arriba las mujeres maduras tan necesarias.
Un besote a todos y espero sus comentarios.