Y bailando llegó lejos….

Las revelaciones divinas nos llegan de manera misteriosa y eso ha definido gran parte de la vida de mi invitada de hoy.

La guapa Yael Bern, bailadora de nacimiento y bailarina de aprendizaje, nace en un matrimonio enamorado de diferentes religiones; estudia en el Instituto Alberto Einstein, donde cultiva buenas amistades y en donde nace desde temprano el interés por bailar, pronto conoce alguien fuera del colegio que deseaba conformar un grupo de baile para eventos y para programas televisivos (no gustó mucho a sus padres pero al final acceden bajo la premisa de buenas notas) y así sucede. 

Se hace conocer, se gradúa del colegio y empieza la universidad y luego maestría inmediatamente (risas entre nosotras porque sintió que fue como un chorizo todo fue tan rápido y seguido), pero fue lo mejor.

Llega una prueba sin igual conoce a alguien con cierta creencia religiosa de quien se enamora, ella se zambulle en ese mundo y por tales preceptos lleva a cabo grandes cambios; entre ellos dejar una sociedad y se casa.  Tiempo después descubre que algo no la hace sentir felíz, no la hace sentir ella misma y se da cuenta que no todo es pecado en esta vida, decide divorciase y empezar de nuevo.

Disfruta de estar sola un tiempo,de amarse y atenderse ella misma; trabaja para varios empresas y sigue en busca de nuevos horizontes (entraba y salía, reía y lloraba), la cosquillita de trabajar para ella misma y ser su propia jefe siempre dentro.

En el camino la contratan para ser juez de varios programas de televisión de baile y ella como pez en el agua. Allí muchos conocimos a Yael.

Un buen día trabajando para una empresa de autos, le toca viajar a la altiva provincia y en el aeropuerto esperando vuelo le llega quien menos esperó: un conversador (ella pensaba nooooo que no venga con ninguna intención de conquista, no estoy para eso), y adivinen?? Jejejejeje llegó quien faltaba. Fue muy sagaz, perseverante y logró lo que ella menos esperaba: casarse nuevamente y ser el padre de sus dos pequeños.

Finalmente y luego de varios mensajes divinos, el apoyo de su incondicional madre y un diplomado que le mostró el camino emprende la aventura muy en serio de ser Life Coaching con especialización en marca personal y meta coaching y marketing, bueno más bien digo yo, en una palabra un éxito pues; para una mujer tan encantadora y vivaz como Yael ese era su destino definitivamente.

Luego de tantas vueltas está realizada con su negocio, felíz y enamorada de su paciente y cooperador esposo y sus hermosos hijos. Una mascota perruna llamada poker y deseos de seguir creciendo y conquistando el mundo.

Lo interesante de Yael es que nunca  dejaron de manifestarse los mensajes divinos, claro ejemplo de que hay muchas religiones pero un solo Dios, que nos tiene aquí con la misión de ser felices.

En hora buena hermosa Yael, el infinito es el límite.

 

1 comentario en “Y bailando llegó lejos….”

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