Hoy en mi hermoso Panamá es el Día de las Madres (8 de diciembre – por ser día de la Inmaculada Concepción).
Y ustedes ahora pensarán que voy a iniciar desmadejandome en palabras hermosas a todas las madres etc. Adivinen?? Pues por esa vía no jejejeje
Así como habemos muchas madres comprometidas con la responsabilidad que tomamos sin presiones; también existen quienes yo llamo «mamas tortuga» (haciendo referencia a que estos animales abren un hueco, depositan los huevos y chao chao, jamás crian a sus hijos, ni los llegan a conocer).
Dios es sabio y yo soy incapaz de cuestionarlo y mucho menos juzgar pero quiero pensar que las miles y miles de desubicadas, irresponsables, cabezas hueca de mujeres que deciden parir hijos para abandonarlos, mal tratarlos, ignorarlos, darle malos padres o ponerlos en riesgo/peligro; son producto del libre albedrío que él nos regaló y algunas no saben usarlo con sabiduría. Por supuesto que hay mujeres que no buscan los embarazos pero para ellas hay opciones razonables y sanas.
No puedo concebir que la gente se escandalice cuando una mujer que luego de tener 5 dedos de frente se da cuenta y reconoce públicamente que no desea tener hijos; señores!! eso se llama tener buen juicio, donde está escrito que todas vinimos a tener hijos?, quien dijo semejante cosa, no solo se escandalizan sino que la critican, la señalan, la juzgan e irónicamente muchas de las que la señalan son «madres» a quienes les crían los hijos las empleadas, las abuelas, las guarderías (todos menos ellas) y se sorprenderían, pero algunas ni tienen la necesidad de asistencia porque no trabajan o tienen horarios abiertos.
Los seres humanos por naturaleza somos inconformes y encima tenemos una normativa o no sé ni como llamarlo (un librito que nosotros nos inventamos de como debe ser la vida perfecta); uno se va graduar de la secundaria y ya todos preguntan que quiere estudiar en la universidad?, nos licenciamos y estamos solteros, todos que si ya tenemos novio para casarnos? conseguimos el novio todos que cuando nos casamos?, finalmente nos casamos y la pregunta de rigor; cuando tendrán hijos? cuando tienes el primero y no haz terminado de parir preguntan que cuando viene el siguiente o los siguientes? en definitiva la sociedad sufre fuertemente de GADEJO. Y quien rayos ha dicho que esa vida planificada en ese orden es lo que da la felicidad. Por supuesto que la vida en una familia bien constituída es lo más sano y bonito y a eso estamos llamados, pero que cada quien decida como hacerlo sin que salgan inocentes lastimados.
Existen miles de progenitoras que son más mujeres que madres; si son solteras (ya sea porque nunca se casaron o por divorciadas) están más pendientes y preocupadas por conseguir y corretear el hombre perfecto que por criar y proteger a sus vástagos que solo las tienen a ellas en la vida. Niños que pasan cumpleaños, navidades y actos escolares solos literalmente. Y cuando están ancianas abandonadas, hablan pestes de sus hijos que ni las voltean a ver pero nadie sabe que estas damas no sembraron nada en el corazón de sus hijos, que pretenden cosechar?? O madres que lo único que saben es darle malos ejemplos y malos consejos a sus hijos desde que están en la primera decena de su vida, a diario veo madres que les parece divino ver niñas vestidas como adultas pero cuando la chiquilla tiene 12 y anda haciendo cosas indebidas con un noviecito, amiguito o como lo quieran llamar y se salen con una barriga (niñas teniendo niños que da lástima) entonces andan berriando y no saben por qué les ocurre eso; si no me cree pase por la sala de maternidad del Hospital Santo Tomás, pero lleve pañuelo porque va llorar bastante.
Antes que me hierva la sangre contándoles otros «cuentos de la cripta» que me ha tocado presenciar y hasta llorar con angustia; porque mi corazón de madre hace que quiera a todos los niños y me acuerde de los míos, mejor veamos la otra cara de la moneda.
Afortunadamente todavía sí quedan bastante de las madres que hacen lo que sea por un hijo y más allá. Madres humildes como la señora María a quien quiero mucho que me decía: «Oris, yo me paraba a las 4am, hacía lo que se podía de desayuno y dejaba platitos de comida tapados para que cuando mis hijos regresaban de la escuela tuvieran almuerzo así fuera frío pero algo para comer; doblaba turnos y salía de mi trabajo a las 9 pm; llegaba a las 11 ó 12 y a esa hora me ponía a revisar si habían hecho tareas y ellos dormidos, los días que me tocaba lavar me acostaba a las 2 ó 3 am para dormir solo una hora».
Madres que tienen hijos con discapacidades que casi no duermen por estar atendiéndolos. Madres que tienen hijos en el hospital que atienden sus casas y luego para el hospital todos los santos días. Madres que han sido abandonadas por sus maridos y se ven de repente solas ante la vida, echando para adelante solo con la iluminación divina, sin hacer nada indebido ni inmoral, sudando la gota gorda diario (y en ese grupo entra mi madre).
O simplemente, madres que hemos tenido la suerte de casarnos con alguien que nos merece y que hemos decidido y escogido comprometernos con la crianza de nuestros hijos (trabajo de 24/7); a mayor número de niños, mayor la responsabilidad, madres que muchas veces no estamos bien comidas, ni bien peinadas, ni bien vestidas pero nuestros hijos cumplen con todo lo que necesitan para ser felices y completos. Madres que hemos parido a diferentes edades pero el amor y la entrega es la misma.
Me reía hace unos días porque me encontré con mi adorada tía Zenaida y ella me decía: «Orisin yo estaba aterrada cuando nació JD (su único hijo) pero poco a poco me inicié en mi tarea y cuando le tocó ir al colegio veía mamis que yo podía ser su madre y eso era un shock para mí al principio; pero ya después me dediqué a disfrutar cada minuto del crecimiento de mi hijo» y me consta porque yo lo viví, lo mismo que me ocurre a mí con mi tercera hija (ambas parimos casi cuarentonas) pero es cuando más sabor le encuentras a la labor de madre, resulta que no solo tienes mayor edad sino madurez, entereza, experiencia y sabes hasta donde quieres dirigir tu vida y la de tus hijos a pesar de que la paciencia no es la misma. jajajaja
Termino diciéndoles que no existe el manual de la buena mamá, lamentablemente en ciertas ocasiones (bastantes) todo es ensayo y error y afortunadamente nuestro instinto de madres no nos deja equivocarnos tanto; debemos escuchar consejos pero siempre la última palabra debe ser nuestra, utilizando nuestro buen juicio y sentido común; los cascotes, correazos controlados, chancletasos, jalones de orejas y castigos (sin pasar al maltrato -que es otra cosa-) no le vienen mal a ningún chiquillo, eso forma parte de la buena crianza para que no se nos descarrilen, ellos lo agradecerán.
Hay gente que educa estupendamente y da buenos ejemplos y aun así los hijos pierden el camino y se descarrilan (al final es una tómbola) por lo que la Oración jamás está de más (no hay como la oración de una madre por su hijo) y hay que aceptar lo que nuestros hijos decidan ser, por supuesto en el camino del bien, nunca nunca nunca abandonarlos por ninguna razón a ninguna edad, ellos son parte de nosotras, salieron de nuestras entrañas y al sacarlos de nuestros cuerpos, justo en ese momento conocimos EL VERDADERO AMOR.
Siempre digo, cuando uno se enamora del hombre de su vida dice «daría la vida por él», pero cuando nacen tus hijos dices: «A quién hay que matar?», tu vida tiene más sentido que nunca y deseas conservarla por ellos.
Le dedico mi blog esta semana a mis tres maravillosos motivos de vida JR, JF y MP. Los amo más que a mi vida.
P.D. GADEJO: Ganas de Joder